DESDE ESTA RABIA
Desde esta rabia donde un clima del corazón
arqueando ámbitos de mar
rechaza y no, aquella exultada corriente de amor,
ha de percibir mi mano, ella, la que toco en sueños,
atrás, circular como la magia de los que se amaron.
Así, nunca, nadie, será la boca
de tu congelada sonrisa mirando mis ojos
por el aire extendiendo la ausencia invertida.
Y porque no es posible levantar la muerte del mundo
si la sangre, ya leve, la vida duerme,
puedo entonces decir:
en la vacilación de los amantes está el secreto del amor.
Y porque las palabras del sueño
a otro sueño en una hoja canto,
yo estoy, vuelto a las horas del recuerdo, una mano al vacío.