viernes, 5 de diciembre de 2008

DESDE ESTA RABIA

Desde esta rabia donde un clima del corazón

arqueando ámbitos de mar

rechaza y no, aquella exultada corriente de amor,

ha de percibir mi mano, ella, la que toco en sueños,

atrás, circular como la magia de los que se amaron.

Así, nunca, nadie, será la boca

de tu congelada sonrisa mirando mis ojos

por el aire extendiendo la ausencia invertida.

Y porque no es posible levantar la muerte del mundo

si la sangre, ya leve, la vida duerme,

puedo entonces decir:

en la vacilación de los amantes está el secreto del amor.

Y porque las palabras del sueño

a otro sueño en una hoja canto,

yo estoy, vuelto a las horas del recuerdo, una mano al vacío.